Ríos de agua viva
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado. (Jua 7:37-39 RVR1960) El Señor hace una invitación para toda la humanidad. Una invitación de recibir a su Espíritu. Y que éste correrá como un río de agua viva. ¿Qué debemos hacer para recibir al Espíritu? Debemos cumplir cuatro condiciones. 1. Sed (v 37). Esto significa que con pasión, ardor, celo e intensidad desea la unión completa con Dios en la plenitud del Espíritu (Sal. 42:2). 2. Venir a Mí (v 37). Debemos tener un completo rendimiento de nuestra vida para hacer la voluntad de nuestro Dios, conforme vayamos recibiendo su Luz (Is. 55:1). 3. Beber (v 37). Recibir de todo corazón los dones, el fruto y las operaciones de